
La conducción responsable en Navidad es esencial, especialmente en una época en la que aumentan las celebraciones, las cenas de empresa y los desplazamientos para reunirse con familiares. Durante estas fechas es habitual encontrarse con controles de alcoholemia, y no es casualidad: según el Observatorio Europeo para la Seguridad Vial (ERSO), una de cada cuatro víctimas de accidentes de tráfico está relacionada con el consumo de alcohol. Por eso es importante saber cómo evitar estas situaciones y disfrutar de estas fechas especiales llegando siempre a casa en perfectas condiciones.
Muchos de los problemas vienen derivados de los excesos con el alcohol en las celebraciones navideñas, pero también existen otros riesgos típicos de la época a los que no se les da tanta importancia y que pueden desencadenar un accidente de tráfico. Estas son nuestras recomendaciones para una conducción responsable en Navidad.
Hay que recordar que la Navidad es una época de compras en la que nos desplazamos mucho, hace frío, y puede haber hielo y nieve en las carreteras, por lo que no hay que descuidar ningún aspecto que pueda hacernos tener un accidente.
La Navidad es una de las épocas del año donde más celebraciones hay y donde más movimientos en carretera se producen, por lo que si a esto sumamos el alcohol ingerido la combinación puede ser desastrosa.
Por ello hay que insistir en buscar alternativas de transporte, y si no las hay, lo más sensato es no beber: si vas a coger el coche para ir a celebrar la Navidad con tus amigos o familiares no bebas alcohol.
A pesar de lo comentado anteriormente, es normal que en fechas tan señaladas no queramos privarnos de disfrutar de todo lo que conlleva la Navidad. Incluso hay personas que son las únicas fechas en las que se dan el capricho de tomarse una que otra copa, algo que no tiene ningún reproche siempre que no vayas a conducir después.
La alternativa es contratar un transporte. Incluso en estas fechas muchas empresas de transporte trabajan para ofrecer sus servicios a todos aquellos que lo necesiten. Seguramente se pague un precio más elevado en fechas señaladas, pero te merecerá la pena llegar a casa sano y salvo habiendo disfrutado.
Otros factores como el frío, la nieve y el hielo pueden causar estragos a la hora de movernos en la carretera. Además, la Navidad es una época donde las visitas y cenas son habituales y esto puede conllevar dejar el coche en la calle, por lo que es normal que cuando vuelvas al coche tengas los cristales empañados.
Hay que tomarse el tiempo necesario para limpiarlos, lo adecuado es pasar un trapo hasta que quede desempañado por completo y así poder comenzar la conducción. Una vez en marcha, lo ideal es encender el aire acondicionado para poder desempañar el coche correctamente desde el interior.

El hielo que causa tantos resbalones también puede ser un inconveniente si se deposita sobre el parabrisas. Esto es frecuente durante la noche, por lo que puedes encontrarte una gruesa capa de hielo a la mañana siguiente si has dejado el coche a la intemperie. Además de incómodo de quitar es muy peligroso para la conducción, ya que dificulta la visibilidad.
Si este es el caso, tendrás que quitar el hielo para poder coger el coche. Si cuentas con herramientas para ello perfecto, sino te tocará rascar el hielo con algún objeto con canto duro y fino que no estropee la luna del vehículo.
No podemos olvidarnos de las compras navideñas. Ir a diferentes tiendas, cargar regalos, colocar el maletero, comprar el árbol o cargar maletas son algunas de las acciones más comunes en estas fechas. Para que una gran carga de paquetes no obstaculice la visión, es importante colocarlos correctamente en el maletero, evitando invadir también los asientos. En otro artículo de nuestro blog te damos consejos sobre cómo colocar el equipaje en el maletero.
Si no es posible, procura que los bultos no te quiten visibilidad y que no puedan desplazarse ante una frenada. Caso aparte es el árbol de Navidad, para el que la mejor opción de transporte pasa por llevarlo en el techo con la seguridad pertinente, y evitar siempre que se dificulte la visión del conductor.
En Navidad los desplazamientos aumentan y las condiciones meteorológicas pueden ser más exigentes, por lo que es fundamental comprobar que el vehículo está en buen estado antes de iniciar cualquier trayecto. Revisar la presión de los neumáticos, el nivel de líquidos, el estado de las luces y la batería puede evitar averías inesperadas y mejorar la seguridad en carretera. Una comprobación rápida antes de salir te permitirá conducir con mayor tranquilidad y reducir riesgos innecesarios.
Como puedes ver no tiene que estar reñida una celebración navideña con el sentido común a la hora de volver a casa. Siempre existe una alternativa para evitar un mal innecesario y poder vivir las Navidades como te mereces. Gastarte algo más de dinero en un medio de transporte alternativo o no beber los días de navidades pueden ahorrarte algo mucho más que una multa en un control policial y te dará la oportunidad de disfrutar de otras fiestas junto a los tuyos.