
La bicicleta ha ganado protagonismo como medio de transporte urbano sostenible en muchas ciudades de España. Madrid, en particular, está impulsando una red cada vez más extensa de infraestructuras ciclistas. Pero ante esta creciente oferta, una pregunta es clave para cualquier usuario: ¿cuáles son los tipos de vías ciclistas? Te ofrecemos una guía completa y actualizada sobre los tipos de vías ciclistas, para que sepas dónde puedes circular con seguridad y en qué condiciones.
Tanto si usas la bici para ocio, deporte o para desplazamientos urbanos, te recomendamos que consultes siempre el plano actualizado de vías ciclistas de tu ciudad y elijas la opción que mejor se adapte a tu trayecto. Te explicamos los principales tipos de vías ciclistas que puedes encontrar en las ciudades y entornos naturales.
El carril bici es una de las vías ciclistas más comunes. Se trata de un carril exclusivo para bicicletas que discurre adosado a la calzada, en uno o dos sentidos, y está debidamente señalizado. Estos carriles suelen estar pavimentados con materiales duraderos como el asfalto y pueden ser unidireccionales (1,5-2 metros de ancho) o bidireccionales (3 metros o más). Su objetivo es garantizar un espacio seguro y exclusivo para los ciclistas.
Además, puedes encontrar estas dos opciones:

La acera bici es una vía ciclista ubicada sobre la acera, integrada en el espacio peatonal pero segregada visual o físicamente (con pintura, bordillos u otros elementos). Su objetivo es facilitar el uso de la bicicleta en entornos urbanos donde no hay espacio suficiente para un carril bici exclusivo.
Si bien ofrece seguridad frente al tráfico motorizado, puede generar conflictos con peatones. En esta vía, la prioridad la tienen los viandantes, y los ciclistas deben adecuar su velocidad y mantener una distancia lateral de al menos un metro al adelantar. Por ello, es fundamental circular con precaución y estar atento a pasos de peatones, paradas de autobús o entradas a edificios.
Las aceras bici están reguladas por normativa específica, y su uso está permitido solo si está debidamente señalizado. No se recomienda en zonas muy concurridas. Además, en muchos municipios se están evitando nuevas construcciones de acera bici para priorizar infraestructuras que no generen conflicto con los peatones.
La pista bici es una vía exclusiva para bicicletas, segregada tanto del tráfico motorizado como de los peatones. Tiene un trazado independiente de la calzada y suele situarse en zonas periurbanas o parques, aunque también se utiliza para conectar diferentes barrios de forma segura.
Además, su diseño favorece un flujo continuo sin interrupciones, lo que mejora la eficiencia en los desplazamientos urbanos en bici. Estas pistas ofrecen alta seguridad y comodidad, ideales para recorridos largos y continuos. Están diseñadas con materiales resistentes y bien mantenidas. En muchas ciudades, forman parte de una red ciclista principal que facilita el acceso a centros de trabajo, estudios o transporte público.
La senda ciclable es una vía compartida por peatones y bicicletas, alejada del tráfico motorizado. Suele discurrir por parques, jardines o zonas naturales. Aunque se comparte con los peatones, puede estar señalizada para separar las zonas de cada tipo de usuario. Este tipo de vía es ideal para un uso recreativo, familiar o turístico, y fomenta la movilidad activa en entornos verdes.
Se recomienda circular con precaución y siempre dando prioridad a los peatones. Suelen ser de tierra compactada o pavimento permeable, adecuadas para paseos recreativos o recorridos familiares. En algunos casos, estas sendas forman parte de rutas ciclables interurbanas que conectan municipios o espacios naturales protegidos.

Las ciclocalles y ciclocarriles son vías compartidas con vehículos a motor, pero con prioridad para la bicicleta y una limitación de velocidad a 30 km/h. Se utilizan principalmente en zonas urbanas consolidadas donde no es viable crear carriles bici exclusivos. Estos tipos son los más comunes en el centro de Madrid.
Además de las vías ciclistas principales, existen otras infraestructuras que facilitan la circulación en bicicleta en entornos urbanos. Estas zonas complementarias contribuyen a una movilidad más segura, calmada y accesible para todos.
En resumen, saber cuáles son los tipos de vías ciclistas es fundamental para circular con seguridad y confianza por la ciudad. En Madrid y en muchas ciudades españolas, los diferentes tipos de vías responden a necesidades concretas, pero también reflejan el desarrollo de una infraestructura ciclista segura. Desde Emesa apostamos por la movilidad sostenible y la convivencia segura entre todos los usuarios de la vía.