La velocidad a la que circulas con tu coche condiciona en gran medida tu capacidad de visión. A este hecho se le conoce como efecto túnel en el coche. Cuanto mayor sea la velocidad a la que conduces, menor será tu campo de visión periférica. Por lo tanto, también se reducirá la capacidad de detectar cualquier tipo de riesgo en la carretera y de reaccionar ante un imprevisto.
Cuando conduces, tanto en áreas urbanas como en carretera, circulas junto a personas y elementos a cierta velocidad. Cuanto mayor es la velocidad, más difuso lo ves todo y únicamente tienes una visión nítida de lo que tienes enfrente de ti, pero no del entorno.
Conducir por encima de la velocidad permitida en autovías y autopistas (120 kilómetros por hora) puede resultar muy peligroso.
A la visión reducida hay que sumar otros aspectos psicológicos que hacen del exceso de velocidad un gran riesgo en la carretera. A partir de los 120 kilómetros por hora, la fatiga tarda mucho menos tiempo en aparecer y las posibilidades de distracción aumentan de forma exponencial.
Sí. Resulta muy sencillo, ya que simplemente hay que conducir a la velocidad recomendada por la Dirección General de Tráfico (DGT). Y, por supuesto, respetar todas y cada una de las señales de tráfico. Además, en viajes largos se recomienda parar a descansar cada una o dos horas.
Según la DGT, resulta de especial interés saber que la velocidad excesiva es una de las principales causas de aproximadamente el 22% de los accidentes mortales de tráfico que se producen en las carreteras españolas. Son muchos los conductores que por decisión propia no respetan los límites de velocidad que indica la DGT.
Ahora que conoces qué es el efecto túnel del coche y cómo evitarlo, reconocerás la importancia que tiene respetar siempre los límites de velocidad impuestos por la DGT. De esta forma, tu campo de visión será mayor y sufrirás menos fatiga, y tendrás tiempo para reaccionar ante cualquier imprevisto.