En la mayoría de situaciones, adelantar con línea continua está prohibido en las carreteras españolas. Sin embargo, existen excepciones contempladas en el Reglamento General de Circulación que permiten realizar esta maniobra de forma legal y segura. Conocer estos casos no solo te ayudará a evitar multas, sino también a conducir con mayor responsabilidad, especialmente en vías tan transitadas como la M-30 de Madrid.
La línea continua es una marca vial longitudinal, de color blanco, que separa carriles de circulación. Su función principal es prohibir el cruce de dicha línea, ya que suele estar presente en tramos donde hacerlo supondría un riesgo para la seguridad vial: curvas, cambios de rasante, poca visibilidad o zonas urbanas con alta densidad de tráfico.
El artículo 167 del Reglamento General de Circulación prohíbe adelantar atravesando una línea longitudinal continua, salvo en las siguientes 5 excepciones específicas que se deben cumplir estrictamente:
Si un coche está detenido por causa de fuerza mayor y ocupa parte del carril (por ejemplo, tras una avería o un accidente), se permite rebasar la línea continua para esquivarlo, siempre que se haga con precaución y sin poner en peligro a otros usuarios de la vía.
Si te encuentras con uno o varios ciclistas circulando en tu mismo sentido, puedes invadir parcial o totalmente el carril contrario para adelantarlos, incluso si hay una línea continua. Eso sí, solo si las condiciones lo permiten y puedes mantener la distancia mínima de seguridad de 1,5 metros. Además, evita utilizar el claxon, ya que podrías sobresaltar al ciclista y generar una situación peligrosa.
La normativa permite adelantar a ciclomotores cruzando una línea continua, siempre que se den las mismas condiciones que en el caso de los ciclistas: seguridad, visibilidad y distancia suficiente.
Al adelantar a peatones, animales o vehículos de tracción animal en vías interurbanas, deberás mantener siempre una distancia lateral mínima de 1,5 metros y evitar el uso del claxon, para no provocar situaciones de riesgo. En zonas urbanas, la separación deberá ser la adecuada en función de la velocidad y las condiciones de la vía.
También se permite invadir parcial o totalmente el carril contrario para esquivar un obstáculo en la calzada, siempre que la situación del tráfico lo permita y no suponga un riesgo para la seguridad. En caso de que la maniobra deba realizarse en un tramo con visibilidad reducida, es recomendable hacer uso del claxon de forma intermitente para advertir a posibles vehículos que puedan acercarse en sentido contrario.
Aunque existan excepciones, hay situaciones en las que nunca se permite adelantar con línea continua, incluso si hay vehículos lentos delante. Recuerda que adelantar indebidamente en estos contextos no solo supone una infracción grave, sino que puede tener consecuencias fatales.
Invadir una línea continua para realizar cualquier maniobra puede tener consecuencias costosas. Por ejemplo, si realizas un giro a la izquierda en un tramo con este tipo de señalización, podrías enfrentarte a una multa de 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carnet de conducir.
Pero si lo que haces es adelantar a otro vehículo desobedeciendo la línea continua, la sanción se eleva: hasta 400 euros y 4 puntos menos en el carnet. Además del riesgo de sanción, el conductor puede quedar implicado en un accidente, con consecuencias legales y personales mucho más graves.
Aunque la prioridad es no adelantar con línea continua, te dejamos algunos consejos útiles para realizar cualquier adelantamiento de forma segura:
Saber cuándo se puede y cuándo está prohibido adelantar es esencial para todos los conductores. Aunque existen excepciones, estas deben aplicarse con prudencia y solo cuando las condiciones de seguridad lo permiten. En Emesa trabajamos para que la M-30 sea más segura y eficiente. Conocer y respetar la normativa de tráfico es el primer paso para evitar accidentes y garantizar una mejor convivencia en carretera.