Conducir por un túnel es una experiencia diferente a la de la vía abierta: la iluminación cambia, las referencias visuales se reducen y la acústica puede generar sensación de claustrofobia. En la M-30, donde los túneles forman parte esencial del trazado urbano, es vital conocer los errores al conducir en un túnel más comunes para aumentar la seguridad y el confort al volante. A continuación, repasamos las prácticas que debes evitar y te ofrecemos consejos para superarlas con éxito.
Uno de los errores más habituales al entrar en un túnel es olvidar activar las luces de cruce. Este descuido puede deberse a la falsa sensación de claridad en la boca del túnel. Aunque la luz natural puede parecer suficiente al principio, conforme avanzas la visibilidad disminuye drásticamente. Circular sin las luces encendidas conlleva algunos efectos negativos:
Consejo: adelanta la maniobra, enciende las luces al aproximarte al túnel y mantenlas hasta haber salido por completo. Ante cualquier imprevisto, enciende también las luces de emergencia.
Cada túnel cuenta con límites de velocidad específicos, que pueden ser inferiores a los de la vía abierta. Muchos conductores confían en su instinto y pasan por alto estas señales. Excederlos es un error grave porque:
Consejo: respeta siempre las señales de velocidad al entrar y circula al ritmo adecuado, manteniendo una conducción suave sin acelerones ni frenazos bruscos.
En el interior del túnel, el espacio físico y visual se reduce, por lo que guardar una distancia adecuada es aún más crucial. Conducir pegado al vehículo precedente puede provocar estrés y decisiones precipitadas. Los riesgos de no mantenerla incluyen:
Consejo: aplica la regla del “dos segundos” o más, adaptándola a las condiciones de tráfico y luz. Un mayor margen de seguridad te dará tiempo para maniobrar con tranquilidad.
Algunos conductores realizan cambios de carril frecuentes intentando adelantar o ajustar su posición. En un túnel, estas maniobras multiplican el riesgo de accidentes. Conducir de esta manera supone:
Consejo: elige tu carril según tu destino y mantente en él. Reduce las maniobras al mínimo, facilitando una circulación fluida y predecible.
El paso del exterior luminoso al túnel oscuro (y viceversa) provoca un “efecto stroboscópico” que puede cegar temporalmente. Muchos conductores no anticipan este cambio de iluminancia. No adaptar tu velocidad y mirada a este cambio:
Consejo: reduce ligeramente la velocidad al aproximarte a la boca del túnel. Evita mirar directamente hacia las fuentes de luz intensas y sigue las líneas de balizamiento para guiar tu trayectoria.
Hablar o escribir con el móvil en un túnel es un error grave: además de la distracción visual y manual, el eco dificulta escuchar señales sonoras. Esto puede:
Consejo: silencia el móvil y guárdalo antes de entrar en el túnel. Si necesitas hacer una llamada urgente, detente en un área de descanso o salida de emergencia.
Evitar estos errores al conducir en un túnel no solo incrementa tu seguridad, sino también la de todos los usuarios de la vía. En la M-30, con sus múltiples túneles y by-pass, respetar estos consejos garantiza un tránsito ágil y seguro. Antes de iniciar tu recorrido, revisa siempre tu vehículo, planifica la ruta y adopta una conducción pausada y atenta a la señalización. ¡Buen viaje!