La situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo ha dejado en segundo plano a la Semana Europea de la Movilidad que se celebra durante estos días. La presente edición arrancaba este miércoles con el tema “por una movilidad sin emisiones”, en referencia al ambicioso objetivo de lograr un continente climáticamente neutro para el año 2050. España es un referente durante estos días: el año pasado, de las 3.136 ciudades europeas participantes, 561 ciudades fueron españolas, con 2.202 medidas permanentes presentadas. Todo un ejemplo a seguir por el resto de los países europeos.
Como decía, esta edición quedará marcada por las restricciones que la pandemia impone, con la consecuente merma de actos previstos frente a otros años. En cambio, el compromiso adquirido no sólo permanece, sino que continúa vigente los 365 días al año sin importar qué circunstancias.
En ciudades como Madrid, donde la movilidad es objeto de recurrentes análisis, debemos prestar atención a las infraestructuras que hacen posible la vertebración del tráfico en la ciudad. La M-30 es el mejor ejemplo de ello, la vía de circunvalación por excelencia en la que 440 millones de vehículos transitan anualmente que es la principal elección de los madrileños a la hora de realizar sus desplazamientos frente a alternativas como Metro o Cercanías.
Desde Madrid Calle 30 nos esforzamos por corresponder a esta enorme responsabilidad y hemos logrado poner en marcha una gestión sostenible, centrada en descongestionar la vía, junto a un uso eficiente de los recursos, tanto energéticos como humanos, que ayuden a reducir el impacto ambiental y que sean también un valor añadido de este servicio para todos sus usuarios.
Las labores de continua mejora para reducir el consumo energético en el interior de los túneles de la M-30 son una muestra de este uso eficiente. Uno de nuestros últimos proyectos, aplicando técnicas relacionadas con la inteligencia artificial en los sistemas de ventilación, nos ha permitido ahorrar en lo que va de año casi 1 millón de Kw. En términos medioambientales, hemos logrado reducir en 246.000 kilos las emisiones CO2, lo que equivale a unos 215.000 recorridos menos sobre la vía. En este mismo sentido de reducción del impacto medioambiental y de costes, ahora trabajamos en lograr la mayor eficiencia en el alumbrado.
Todo ello, promueve además la máxima seguridad en carretera a fin de garantizar una circulación exenta de incidentes a lo largo de los más de 32 kilómetros que la M-30 traza a lo largo de la capital.
El uso de las nuevas tecnologías vuelve a ser un fuerte aliado para la consecución de objetivos tan ambiciosos como los que hoy nos ocupan: los modelos preventivos y predictivos realizados a partir del análisis sistémico de datos permiten simular y observar el comportamiento de la infraestructura para prevenir situaciones de emergencia. Sin duda, el uso del Big Data es un gran avance para la explotación y mantenimiento de la M-30 que nos permite optimizar recursos y mejorar la infraestructura de forma continua.
Todo este desempeño cuenta con los elementos fundamentales que se han ido incorporando al acervo internacional en materia medioambiental y, sin duda, es fruto de la experiencia adquirida con el tiempo. El gran trabajo que se ha venido realizando ha colocado a la M-30 como una infraestructura de referencia de la que nos sentimos muy orgullosos y que es visitada con frecuencia por organismos y empresas nacionales y extranjeras que ven en ella un modelo de éxito a exportar más allá de nuestras fronteras.
Rosalía Gonzalo
Consejera delegada de Madrid Calle 30