La norma ISO 39001 tiene especial importancia para la seguridad vial. Reducir el número de muertos y heridos graves es un objetivo fundamental, algo en lo que se esfuerzan las organizaciones públicas y privadas involucradas en ello. De esta forma, las carreteras son mucho más seguras, y todo gracias a una sencilla normativa. Sin ella, la gestión de la circulación sería más difícil, lo que conllevaría mayores probabilidades de accidentes.
Se trata de un sistema de gestión de la seguridad vial, el cual ha sido desarrollado por la Organización Internacional de Estandarización. Esto permite que países de todo el mundo utilicen unas guías idénticas, lo que facilita la cooperación. Su objetivo es el de reducir el riesgo de muertes y de sufrir heridas graves en los accidentes de carretera.
¿Cómo tratan de conseguir esta meta? La norma ayuda a identificar los principales factores de riesgo y grupos vulnerables a sufrirlos. A raíz de realizar esta tarea, se proponen mejoras para garantizar la seguridad de las partes involucradas en la seguridad vial. Además, contribuye a reducir los costes económicos que suponen los accidentes para las empresas. También tiene un impacto en su responsabilidad social.
Para obtener la certificación de que se cumple la normativa, las empresas y organismos públicos tienen que superar una serie de requisitos. De este modo, demuestran su compromiso con las disposiciones de la norma. Cualquier empresa, no importa el tamaño, puede tratar de conseguir el certificado. Eso sí, su actividad tiene que estar relacionada con el sistema vial.
Los requisitos que deben cumplirse son los siguientes:
En Emesa tenemos la certificación de AENOR en seguridad vial ISO 39001, ya que nuestra actividad, la gestión de la M-30, nos obliga a asegurar que disponemos de un plan en materia de seguridad vial adecuado.
El principal objetivo que persigue esta norma es el de reducir los accidentes de tráfico y sus nefastas consecuencias. Seguirla ofrece a una empresa diferentes ventajas. Para empezar, se reducen los costes relacionados con la siniestralidad en la carretera. De no seguir los preceptos de la norma, habría que pagar la reparación de los vehículos de la empresa que se vieran envueltos en el accidente. Además, el piloto quedaría incapacitado durante un tiempo.
Por descontado, los accidentes en carretera disminuyen, ya que los trabajadores involucrados son conscientes de los factores de riesgo y procuran evitarlos. Así, su seguridad queda garantizada y las probabilidades de que sufran o causen daños se ven reducidas al mínimo. Sin un planteamiento correcto, la reducción de estos escenarios no sería posible.
Junto a esto, las primas de los seguros relacionados con la seguridad vial también disminuyen. Al no existir un riesgo tan alto como antes, no es necesario contratar un seguro que cubra las situaciones más extremas. Por tanto, te ahorras una cantidad de dinero alta en este tipo de productos. Ya sea en uno de responsabilidad vial o en uno para coches, estarás contribuyendo a reducir el riesgo de incurrir en situaciones peligrosas.
También se incrementa la eficiencia de los servicios que se estén prestando. Esta es una ventaja que suele pasar desapercibida, pero que debes tener en cuenta. El transporte de mercancías o personas, por poner un ejemplo, funciona de forma más satisfactoria al cumplir con esta norma. Esto se consigue reduciendo al mínimo las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico o verse involucrado en uno.
En definitiva, la ISO 39001 es de utilidad para limitar los riesgos presentes en la carretera. Las empresas que la cumplen cuentan con un sello de calidad que mostrar a sus clientes, quienes serán conscientes de que los servicios que adquieren son completamente seguros. Además, obtenerla exige un firme compromiso y tener bajo control los diferentes peligros que se encuentran en las carreteras.