
La M-30 del futuro ya está en marcha. Madrid se prepara para una transformación sin precedentes en una de sus arterias más importantes. La circunvalación más transitada de España, por la que circulan más de un millón de vehículos al día, afronta un conjunto de obras e innovaciones tecnológicas que redefinirán su funcionalidad, su impacto ambiental y su papel en la movilidad urbana de la capital.
Durante los próximos años, los madrileños serán testigos de una serie de actuaciones destinadas a modernizar la infraestructura, mejorar la seguridad y reforzar la sostenibilidad de la vía. Desde la creación del Parque Ventas, un espacio verde que cubrirá un tramo de la M-30, hasta la instalación de sistemas inteligentes en los túneles, la vía se encamina hacia una nueva era.
El proyecto más emblemático de esta transformación es, sin duda, el Parque Ventas, una infraestructura que unirá los distritos de Salamanca y Ciudad Lineal mediante una plataforma verde de más de 17.000 metros cuadrados. La estructura cubrirá unos 200 metros de la M-30, justo al sur del Puente de Ventas, y permitirá reconectar ambos barrios con un espacio urbano pensado para los peatones.
El Ayuntamiento de Madrid ha destinado 70,4 millones de euros a la ejecución de este ambicioso proyecto, que comenzó en la primavera de 2025 y se extenderá hasta 2027. Sobre la nueva cubierta, gracias al soterramiento de la M-30 en ese tramo, se plantarán cientos de árboles y miles de arbustos, se instalarán zonas de juegos, praderas ajardinadas y un pequeño graderío, transformando una zona tradicionalmente dominada por el tráfico en un entorno de convivencia y naturaleza.
Esta actuación forma parte de la estrategia de “coser la ciudad” impulsada por el consistorio madrileño, cuyo objetivo es recuperar espacios públicos sobre la infraestructura viaria, reduciendo la contaminación acústica y mejorando la calidad del aire.
Las obras del Parque Ventas suponen también un reto para la movilidad diaria. Durante los 22 meses de trabajos, la velocidad máxima en el tramo afectado de la M-30 se ha reducido de 70 a 50 km/h, una medida necesaria para garantizar la seguridad de conductores y trabajadores.
Superar estos límites puede implicar sanciones significativas: desde 100 euros por rebasar los 70 km/h hasta 600 euros y la pérdida de seis puntos por circular a más de 120 km/h.
El Ayuntamiento, junto con la Policía Municipal y los Agentes de Movilidad, ha puesto en marcha un dispositivo especial de tráfico para minimizar las molestias. Se mantendrán los dos sentidos de circulación, aunque con cortes puntuales nocturnos. También se han habilitado desvíos alternativos en calles como Sancho Dávila y Bocángel para aliviar la congestión.

El Parque Ventas es solo el primer paso hacia la M-30 del futuro. El Ayuntamiento de Madrid estudia ya la posibilidad de cubrir otros tramos de la vía, especialmente en zonas donde el impacto ambiental y acústico sea mayor.
Según el ayuntamiento, se están localizando tramos susceptibles de ser transformados en espacios verdes, siguiendo la filosofía del proyecto Calle 30 Natura. Esta iniciativa, que ya cuenta con jardines verticales y muros vegetales en la avenida de la Ilustración, busca extender el uso de especies autóctonas para reducir el CO₂, mejorar la estética urbana y favorecer la biodiversidad.
Uno de los avances más esperados de la M-30 del futuro llega en el ámbito tecnológico. A lo largo de 2025 se ha instalado un sistema de balizas de geoposicionamiento en la M-30 que ya permite que los dispositivos GPS funcionen correctamente dentro de los túneles.
Hasta ahora, los navegadores perdían la señal en las galerías subterráneas de la M-30, especialmente en el tramo sur, lo que dificultaba la orientación de los conductores. Con las nuevas balizas, que emiten señales tipo bluetooth, los vehículos pueden mantener su localización en tiempo real incluso bajo tierra.
Esta innovación, además de mejorar la experiencia de conducción, se enmarca en los esfuerzos por modernizar la vía con sistemas inteligentes de transporte que incrementen la seguridad y reduzcan los incidentes.
El horizonte de la M-30 se define por tres grandes ejes: seguridad, eficiencia y sostenibilidad.
Estas actuaciones consolidan el papel de Madrid Calle 30 como un referente europeo en la gestión y mantenimiento de infraestructuras urbanas. Con cada proyecto, la M-30 reafirma su importancia estratégica en el desarrollo de la capital.
El camino hacia la M-30 del futuro ya está trazado. Las obras del Parque Ventas, la instalación de balizas inteligentes y la expansión de los jardines verticales son solo algunos de los pasos que definirán la próxima década de esta vía madrileña.
El objetivo es claro: convertir la M-30 en un modelo de movilidad urbana avanzada, donde la tecnología, la sostenibilidad y el bienestar ciudadano vayan de la mano. Madrid no solo reimagina su circunvalación; está construyendo una infraestructura preparada para los desafíos del futuro.