Es fundamental elegir bien los neumáticos para el ahorro de combustible, teniendo en cuenta que suponen el 20 % del total del consumo de un vehículo. Por ese motivo, saber elegir bien las ruedas es una cuestión de eficiencia energética.
Te hablamos de la relación entre los neumáticos y el ahorro de combustible, ofreciendo consejos prácticos que puedes llevar a cabo y que supondrán un ahorro en tu bolsillo a la vez que contribuyes a cuidar el medio ambiente, ya que con un menor consumo se reducen las contaminantes emisiones de dióxido carbono a la atmósfera.
A la hora de elegir ruedas para tu vehículo, es importante analizar la etiqueta de un neumático, ya que contiene información sobre algunas de las características más notables, como el consumo de combustible para determinar su eficiencia, la capacidad de frenado en suelo mojado y el ruido de rodaje. Analicemos cada una, aunque para determinar el consumo provocado por el neumático únicamente es interesante fijarse en la resistencia a la rodadura.
La eficiencia energética de un neumático se mide en base a la resistencia a la rodadura que ofrece. Este coeficiente de rodadura da lugar a 6 tipos de neumático, clasificados de la letra A a la G, de más a menos eficiente.
Los neumáticos con clasificación energética A serán los de menor coeficiente de rodadura y, por lo tanto, los que presentarán un menor consumo de combustible. Por su parte, los neumáticos con clasificación G tendrán un mayor coeficiente de rodadura, lo que implica un mayor consumo de combustible.
Si convertimos esos índices de referencia en litros cada 100 kilómetros, la diferencia entre un neumático con clasificación A y otro con clasificación G llega a los 0,5 l/100 km. Esto puede suponer un ahorro de hasta 300 euros de combustible durante la vida útil del neumático, de manera que compensa plantearse esta elección.
También con una clasificación por letras de la A a la G, este parámetro mide la adherencia en superficie mojada y, por tanto, determina la seguridad del neumático. Para ello se tienen en cuenta los metros que tarda un vehículo en parar desde 85 km/h sobre asfalto mojado.
Un neumático con clasificación A necesitaría unos 18 metros menos para detenerse que un neumático con clasificación G. Como orientación, cada letra que baja desde la A, supone unos 3 ó 4 metros de aumento en distancia de parada sobre suelo mojado en la situación descrita.
Este parámetro nos habla del confort que proporciona el neumático al circular, y tan solo permite tres clasificaciones. Se representa con el símbolo de un altavoz y tres rayas que simulan ondas sonoras. Con una única raya se identifica a los neumáticos que presentan un ruido exterior de rodadura inferior a 68 decibelios; con dos rayas los que están entre 68 y 71 decibelios; y con tres rayas, el neumático supera los 71 decibelios.
Por lo tanto, los mejores neumáticos para economizar combustible son los de clasificación A, tanto en el parámetro de resistencia a la rodadura como de adherencia en superficie mojada, ya que estarás optando por mayor seguridad en tus viajes. En cuanto al ruido de rodadura, elige aquellos que tan solo tengan una raya, para tu mayor confort.
Economizar a la hora de comprar unas ruedas tiene que estar relacionado con lo que se quiere gastar en el neumático, pero también con la superficie sobre la que hay que rodar. Hay una serie de consejos que pueden ayudar a comprar la rueda que realmente se necesita porque, muchas veces, aunque se apliquen los cuidados necesarios, el problema está en el neumático que se compró de inicio.
1. Comprar los neumáticos en función de la época del año. Aunque muchos propietarios no lo hacen, lo ideal es tener unos neumáticos específicos para el invierno (época de lluvia y nieve) y otros para el verano. Dos juegos de ruedas cumplirán esa función. Los neumáticos All Season, si bien son polivalentes, consumen más de la media. Pero, ¿qué pasa si llevas neumáticos de invierno en verano?
2. Aprovechar las ofertas. En muchos casos, se puede conseguir el juego completo a un buen precio. Eso sí, consulta siempre la etiqueta delantera para comprobar el nivel de calidad porque los conceptos de resistencia a la rodadura, ruido o distancia de frenado con lluvia son básicos a tener en cuenta.
3. Bajo ningún concepto hay que comprar neumáticos usados. Esto ya es una cuestión de seguridad. Una rueda aparentemente en buen estado usada puede tener una gran cantidad de imperfecciones que serán letales durante la conducción.
4. Hay que comprobar la homologación del neumático. De este modo, nos aseguramos de que no se haya pasado de fecha o que, simplemente, no esté aceptado por la Unión Europea.
5. Existe la posibilidad de comprar neumáticos ecológicos. Esta opción es interesante solo para aquellas personas que tengan la intención de utilizarlos a largo plazo. Si se utilizan durante todo el periodo de vida útil, a largo plazo se ahorrará combustible.
Más allá del desembolso inicial en la compra del neumático y el tipo que finalmente se elija, hay que mantenerlos en buen estado para prolongar su vida útil y evitar un consumo excesivo al circular. Estos son los consejos para mantener los neumáticos en perfecto estado:
1. No mezclar en ningún caso marcas o modelos diferentes. Al fin y al cabo, y aunque estas suelen ser pequeñas, hay diferencias. Este aspecto influye en el equilibrio de la conducción sobre los ejes y, en consecuencia, el ahorro de combustible puede ser menor.
2. Comprobar que se circula con la presión correcta. Esta comprobación debe hacerse, como mínimo, una vez al mes. Hay que tener en cuenta que una presión muy baja aumentará el consumo de combustible por la excesiva adherencia al firme, además de ser peligroso. Por otra parte, con una presión excesiva se corre el riesgo de saltos que comprometan la seguridad de la conducción.
3. Rotar las ruedas para conseguir un desgaste uniforme. Es posible que las diferencias de presión que no se han percibido durante su vida útil influyan en la conducción. Lo recomendable es comprobar ese aspecto cada 6 meses o 10 000 kilómetros. De esta manera, se evitará un gasto sobredimensionado en la rueda y el consecuente gasto de combustible adicional.
4. Adaptar el estilo de conducción. Esto es fundamental, porque una conducción agresiva o que incida en el agarre máximo en las curvas quemando rueda supondrá un desgaste y no se ahorrará combustible. De la misma manera, cuando se conduzca sobre una superficie con baches habrá que tenerlo en cuenta.
Como ves, es posible el ahorro de combustible a través de la compra de unos neumáticos u otros, así como del cuidado que les brindes durante su vida útil. Pero saber elegirlos es una cuestión mucho más compleja de lo que parece, por lo que esperamos que nuestros consejos para ahorrar combustible con los neumáticos te ayuden en la decisión. Además, ten en cuenta estas recomendaciones para saber cómo reducir el consumo de gasolina en tus viajes.