La Dirección General de Tráfico utiliza diferentes medidas para mejorar la fluidez de la circulación y reducir los atascos en las horas punta. Entre ellas, una de las más habituales es el carril reversible, pensado para optimizar la capacidad de la vía en función de la demanda de vehículos. Te explicamos en qué consiste, cómo funciona y cuáles son las normas básicas para circular con seguridad por él.
De acuerdo con el Reglamento General de Circulación, un carril reversible es un carril de tráfico de uso especial que puede habilitarse en uno u otro sentido de la circulación según la congestión existente. Se encuentra en calzadas con doble sentido y está delimitado por dos líneas discontinuas dobles, con flechas de dos puntas pintadas en el pavimento que indican la posibilidad de circulación en ambas direcciones.
El uso de este tipo de carril se regula mediante semáforos cuadrados colocados en pórticos sobre la vía:
El funcionamiento de estos carriles se basa en sistemas de señalización dinámica que informan a los conductores en tiempo real del sentido permitido:
Además, en muchas situaciones, se dispone de la presencia de agentes de tránsito que supervisan y controlan el flujo vehicular, asegurando la seguridad en todo momento.
El uso de un carril reversible puede variar a lo largo del día según la demanda de tráfico. Esto significa que durante el día, la dirección de circulación de este carril puede cambiar en función del flujo vehicular. Los ajustes en el uso del carril reversible suelen hacerse en horas específicas de la mañana, tarde y noche para mejorar el tráfico.
Los conductores deben respetar los horarios indicados en las señales de tráfico y seguir las instrucciones de los agentes de tráfico. Y es que el incumplimiento de estas indicaciones puede resultar en multas y sanciones. De todos modos, hay unas normas generales de utilización de estos carriles que hay que seguir en todos los casos.
A diferencia de los carriles habilitados para el sentido contrario en las carreteras, donde la velocidad máxima permitida es de 90 kilómetros por hora en áreas urbanas y de 110 kilómetros por hora en vías interurbanas, en los carriles reversibles el límite de velocidad es el establecido como máximo por la vía.
Asimismo, en los carriles reversibles está estrictamente prohibido adelantar, ya que hacerlo implica cruzar la doble línea y conlleva un alto riesgo de accidente. Lo mismo ocurre cuando existe un balizamiento para delimitar los carriles: queda prohibido traspasarlos.
Lo primero que debes hacer al ingresar en un carril reversible es encender las luces de cruce, sin importar si es de día o de noche. Estas luces ayudan a que los demás conductores sean conscientes de la existencia del carril reversible y la obligación de seguir una dirección específica, a pesar de la presencia de diversas señales que lo indiquen. No se pueden apagar hasta que se abandone el carril, y los conductores del carril contiguo al reversible también deben encender las luces, ya sea de día o de noche.
Queda terminantemente prohibido cruzar al carril contrario. Esta maniobra genera un alto riesgo de colisión frontal, ya que el carril puede estar habilitado para vehículos en dirección opuesta. Además, supone una infracción grave que conlleva sanciones económicas y la posible pérdida de puntos en el carné de conducir.
A diferencia de los carriles habilitados en sentido contrario al habitual, en los carriles reversibles pueden circular automóviles, motocicletas, furgones, autobuses o camiones, salvo que exista señalización específica que restrinja su uso. En ningún caso se permite el acceso a bicicletas, ciclomotores, vehículos de tracción animal o vehículos averiados.
En resumen, los carriles reversibles son un tipo de carriles especiales que sirven de solución eficaz para mejorar la fluidez del tráfico en áreas congestionadas. Al permitir el cambio de dirección del flujo vehicular en diferentes momentos del día, estos carriles optimizan el uso de la infraestructura vial y reducen significativamente los atascos. Por eso es crucial que los conductores comprendan y sigan las normas específicas para su uso y así mejorar la seguridad vial en general.