Una de las prioridades en Madrid es reducir la contaminación en la M30 y en toda la capital. Una de las medidas más conocidas es la reducción de la velocidad a 70 km por hora en esta vía de circunvalación de la ciudad de Madrid. En estas circunstancias confluyen diversos factores meteorológicos que originan una elevada concentración de gases contaminantes.
Por eso, las medidas emprendidas evitan llegar a situaciones críticas de alerta sanitaria. Con una combinación de medidas restrictivas, el ayuntamiento de Madrid busca reducir los niveles de contaminación. Por este motivo se puso en marcha el plan de Madrid Central, desde su entrada en vigor el 30 de noviembre de 2018.
Además de la reducción del límite de velocidad, también se ha incorporado a la vía instrumentos de control y correctores. Se localizan en el importante tramo subterráneo o de túnel pues es el punto donde los gases de la combustión presentan un mayor riesgo. Si el aire en las zonas abiertas está congestionado, y hay ausencia de viento, un túnel de gran recorrido tiene que ser zona de actuación preferente.
Los sensores ambientales son instrumentos de medida de la calidad del aire. Los parámetros críticos para estos fines son el dióxido de carbono CO2 y el dióxido de nitrógeno NO2. Estos instrumentos se añaden a otros muchos que examinan el estado del tráfico urbano en esas zonas y la detección rápida de incidencias.
Los programas de seguridad vial aplicados en estas infraestructuras generan un gran número de datos en tiempo real. Por esto, el descubrimiento de un parámetro con valores anormales en la composición del aire tendrá en otros registros una explicación de sus causas.
En los túneles de una vía para el transporte terrestre, los sistemas de ventilación son imprescindibles. Forman un escudo frente a la gravedad de las consecuencias en posibles accidentes. Si el tramo subterráneo se prolonga bastante, estas medidas adquieren una atención prioritaria.
Estos sistemas de ventilación instalados en la M-30 están diseñados para funcionar de modo regulado. Además, gracias a la monitorización permanente y el acceso del personal de asistencia a cámaras, ante cualquier situación es fácil actuar disponiendo de información en tiempo real.
Los 900 ventiladores que mueven el aire en sentidos transversal y longitudinal necesitan equipos que limpien ese aire antes de la salida al exterior. De esta tarea se ocupan 19 estaciones de filtrado que detienen las partículas más nocivas para el medio ambiente.
Las bocas de ventilación de la infraestructura no saturan ni vician el aire de superficie donde estas se localicen. Así, el aire del túnel cierra un ciclo completo sin servir de fuente contaminante a los alrededores.
Las bolsas de plástico para la recogida de residuos y limpieza de la M30 han sido sustituidas por bolsas de plástico fabricadas con un 80% de material reciclado.
Como conclusión, al reducir la contaminación de la M30 se ataca la polución atmosférica en una arteria estratégica para el transporte. De ahí vienen las dificultades para hacer compatibles valores que todos apreciamos, como la fluidez y comodidad del tráfico junto con la máxima seguridad y una conducción sostenible.