Fue anunciada con varios días de antelación y no defraudó. El temporal Filomena en Madrid será recordado no solo por el gran caos circulatorio, sino también por causar graves destrozos en el arbolado de la capital.
Comenzó a nevar el día 7 de enero de 2021, sin embargo, fue el día 9 el de mayor intensidad. En algunos barrios de la capital se llegaron a medir hasta 50 centímetros de nieve, que permanecieron durante siete días más, en mayor o menor medida. Pero ¿cómo actuó Emesa ante la nevada? ¿Qué consecuencias trajo para la capital? Te aportamos todos los detalles.
Autobuses de la EMT atascados y abandonados a su suerte en decenas de calles, la plaza que da acceso a Atocha Cercanías con 40 centímetros de nieve o calles convertidas en estaciones de esquí. Fueron solo algunas de las consecuencias que dejó el temporal de nieve que causó Filomena no solo en la comunidad de Madrid, también en otras comunidades autónomas como Aragón, Castilla La Mancha y Castilla y León. Saber cómo conducir con nieve se hizo imprescindible.
La capital española quedó paralizada durante muchos días. Comenzó a nevar el día 7, pero lo peor del temporal fueron los días 8 y 9 y, por si fuera poco, se registró una ola de frío histórica desde el 10 al 17 de enero que complicó más la circulación y que provocó que la nieve apenas se derritiera y se convirtiese en placas de hielo.
Con mucha paciencia, limpieza de calles y colaboración ciudadana, la capital se recuperó 10 días después de que comenzaran a caer los primeros copos. Los madrileños usaron el metro, que funcionó las 24 horas del día desde el 8 al 16 de enero, evitando el auténtico colapso circulatorio en las calles y circunvalaciones de la capital.
Emesa activó su plan de vialidad invernal ante las nevadas desde la jornada del 2 de enero, cuando las previsiones apuntaban a una gran nevada. Posteriormente, la alerta de la AEMET, desde el día 6, confirmó los peores pronósticos. Así, desplegamos vehículos para las calzadas de la M-30.
Entre estos, cinco camiones quitanieves, un vehículo esparcidor de salmuera, dos camiones pluma y una retroexcavadora. Ante las previsiones alarmantes, además, decidimos incluir tres motoniveladoras, cinco retroexcavadoras y palas cargadoras y, por otro lado, veintidós grúas externas para la retirada de vehículos.
Doblamos turnos, rescatamos a personas atrapadas en la M-30 y ampliamos nuestra colaboración con los servicios municipales de transporte y limpieza. Desde el sábado 9, muchas vías quedaron despejadas, aunque la circulación seguía siendo muy baja.
Los grupos ecologistas lo tienen claro: «Filomena causó una catástrofe natural sin precedentes en la ciudad». Se calcula que el 50 % del arbolado resultó dañado, alrededor de 800 000 ejemplares. Además, 400 000 tuvieron que ser podados y casi un 6 % cayó o tuvo que talarse con posterioridad.
La zona cero fue la Casa de Campo, el mayor pulmón verde de la ciudad. Ahora, se avanza en la reforestación de este espacio, aunque se tardará una década únicamente en estos trabajos. Tendrán que pasar hasta 50 años para que los árboles vuelvan a tener el porte que tenían a finales del 2020 y así reparar los daños causados.
Si se puede sacar una consecuencia positiva, es que la población quedó concienciada sobre el valor de la naturaleza, más aún tras el confinamiento causado por la pandemia. El arbolado dejó de verse como si fuera mobiliario urbano. Y ahora la ciudadanía muestra una gran sensibilidad, ya que exige a la administración el arreglo de las zonas verdes afectadas.
El temporal de Filomena en Madrid causó grandes estragos tanto en las infraestructuras y movilidad como en las áreas verdes de la capital. Ya hace más de un año de la tormenta Filomena, pero los madrileños la recordarán toda su vida.
