Que las carreteras se deterioran con el paso del tiempo es un hecho. Pero la maquinaria para asfaltado de carreteras se erige como la solución para detener los problemas que la circulación y las condiciones meteorológicas ejercen sobre el asfalto, el cual no es inmune al elevado tránsito o el paso del tiempo.
Para evitar un colapso de la infraestructura, pero también dotar a las vías de una seguridad fundamental para los conductores, es necesario realizar tareas de conservación cada cierto tiempo. Emesa, en la M-30, realiza estos trabajos con parte de esta maquinaria para la reparación de carreteras. Te contamos más detalles.
Para que todos podamos circular con seguridad por la carretera es necesario disponer de una infraestructura en buen estado. Esto será posible con diferente tipología de maquinaria, que además de emplearse en la construcción de carreteras, también sirve para el mantenimiento y asfaltado de todo tipo de vías.
Arrancan una parte del firme de la carretera cuando es necesario por su mal estado. Lo hacen sin modificar las que se encuentran en perfecto estado, por lo que son las ideales para el arreglo de las grietas y las juntas. Las fresadoras pueden ser de ruedas o cadenas. Sin embargo, cabe destacar el fresado en frío (grandes y compactas), que tiene numerosas aplicaciones y se emplean en obras tanto para la reparación como para trabajos en las ciudades.
Son una serie de equipos, llamados también camiones bituminadores, que van montados sobre el chasis de un camión. Están formados por unos depósitos calefactados o calorifugados, una bomba de impulsión de la emulsión, rampa de riego y un sistema de control que permite la dosificación de la capa bituminosa sobre el firme de la carretera. En su interior estará el tipo de asfalto elegido para arreglar la vía.
Logra distribuir y darle forma al asfalto. La primera máquina de este tipo se usó por primera vez en el año 1935, siendo la mayoría de ellas de acero y quedando compuestas por una tolva en la parte de delante y donde queda el asfalto vaciado. Usa ruedas motrices, orugas, transportadoras, comederos y tornillos transportadores, entre otros.
Para llevar a cabo la labor de compactado del firme, se usan compactadores vibrantes, de neumáticos o mixtos. En este tipo de maquinaria para asfalto hay que hacer referencia a tres tipologías fundamentales:
Suelen venir con un equipo automático de nivelación y son autopropulsadas. Realizan un extendido de las capas base e intermedia, el cual queda realizado con extendedoras de aglomerado. La capacidad de la tolva y su potencia deben ser las adecuadas para tanto el espesor como con la capa a ejecutar.
Las escarificadoras suelen emplearse para reparar aceras pero, a la par, para mantener carreteras. Su fin es eliminar líneas de asfalto, pinturas o limpiar suelos. Asimismo, pueden realizar aplanamientos, nivelar y pulir superficies.
Este tipo de máquina está destinada al corte de pavimento de asfalto, aplicándose en el mantenimiento de carreteras. Solemos verlas cuando se realiza un trabajo en el asfalto, consiguiendo delimitar el área a intervenir de manera precisa.
Esta es la maquinaria para asfaltar carreteras más importante que se emplea en la actualidad, con la cual se puede conseguir un mantenimiento ideal para poder dotar a las vías (sin importar que sean interurbanas o urbanas) de las características adecuadas para que sean seguras y transitables. Quizá a largo plazo ya no sea necesario su uso, ante la llegada de las carreteras del futuro.