Todos conocemos el significado de un punto negro en carretera, pero ¿habías oido hablar de los tramos blancos? Son tramos de la carretera o la vía que no han registrado ningún accidente en cierto período de tiempo.
Las obras de acondicionamiento y mejora de la M-30, iniciadas en 2004 y culminadas en 2007, han supuesto una mejora sustancial en términos de seguridad vial para esta infraestructura esencial en la ciudad de Madrid, proporcionándonos varios tramos blancos en la M-30, a pesar de ser reconocida como una de las vías más complejas a nivel estructural del mundo.
En los años anteriores a las obras (1998-2002), el índice de peligrosidad de la M-30 era del doble respecto al anillo exterior de circunvalación de Madrid (M-40). Durante aquel tiempo, en la M-30 se producían el 30% de todos los accidentes de la red de alta capacidad del área metropolitana de la capital y en su recorrido se llegaron a identificar hasta 10 tramos de concentración de accidentes.
Fuente: Archivo Regional de la CAM
Tras la finalización de las obras, la siniestralidad se redujo significativamente, especialmente en la zona de los túneles, donde la disminución alcanzó casi el 70%. En este descenso generalizado, hoy en día podemos destacar tres zonas con la incidencia más baja.
Los túneles, diseñados para mejorar el entorno de la capital y velar por la seguridad de sus usuarios gracias a su dotación con todo tipo de medios tecnológicos, constituyen una de las zonas con menor índice de peligrosidad de toda la M-30.
Estos túneles están comprendidos por: el túnel del Manzanares, el Baipás, Avenida de Portugal (A-5), la conexión de la calle Embajadores con la A-4 y M-40 y el túnel de salida desde la M-30 a la A-3
Su recorrido comprende otro de los tramos con menos incidentes. Se extiende por la zona oeste de la M-30 que conecta el túnel del Manzanares con la Avenida de la Ilustración. Algunas de sus cifras más significativas son:
Esta zona constituye otro de los tramos con menor índice de peligrosidad y conecta la parte norte de la M-30 con la M-607 y discurre por ella hasta llegar a la M-40. Algunas de las características más destacables de la Zona M-607 son:
Estos son los tramos con menor índice de peligrosidad en la M-30, cuya historia aún sigue escribiéndose día tras día con el objetivo de hacer de esta infraestructura un entorno cada vez más seguro para todos sus usuarios. Desde Emesa promovemos la seguridad en carretera como una prioridad irrenunciable, realizando con frecuencia ejercicios y simulacros que permiten ensayar procedimientos sobre el asfalto con el fin de lograr una circulación sin incidencias en los más de 32 kilómetros de recorrido que rodean a la capital.
Tomás Mora
Responsable de Seguridad Vial