El túnel de Bonaparte es uno de los mayores secretos de la ciudad de Madrid. Es una gruta que une los jardines de la Casa de Campo y Madrid Río con el Palacio Real. Actualmente está cerrado al público, aunque está prevista su apertura en un futuro próximo con motivo de la inauguración del Museo de Colecciones Reales y la reforma que se ha llevado a cabo en la Plaza de España.
El diseño y la construcción de este túnel se remonta al año 1811. Fue el arquitecto Juan de Villanueva quien se encargó de su creación, aunque murió cuando se estaban realizando las obras. El por entonces rey José Bonaparte quería contar con una especie de vía de escape para poder moverse por sus dominios sin tener que salir al exterior.
A principios del siglo XIX el ambiente en la ciudad de Madrid era de gran agitación contra la monarquía francesa. Por este motivo, José Bonaparte fijó su residencia en el Palacio de los Vargas, situado en Casa de Campo. Gracias a esta galería podía desplazarse entre su residencia y el Palacio Real de forma segura, sin exponerse a posibles atentados. A modo de continuación del túnel se construyó un puente sobre el río Manzanares, que en la actualidad es el Puente del Rey.
La Guerra de la Independencia acabó con la victoria de los sublevados españoles. Tras este acontecimiento, los franceses se vieron obligados a salir apresuradamente de España, de forma que nadie sabe si José Bonaparte llegó a utilizar la gruta realmente en algún momento para sus movimientos personales.
En el año 1891 el arquitecto Enrique Repullés reformó el túnel con el característico estilo romántico de la época. Se cambió la decoración de la galería, dándole un aspecto más natural.
En 1931 llegó la II República. Entonces la Casa de Campo se transformó en un parque abierto al público y el túnel de Bonaparte también se abrió. Durante la Guerra Civil se utilizó como refugio y para guardar munición.
Fue en 1970 cuando el pasadizo se cerró y quedó oculto tras la construcción de la M-30 en Madrid. Se cerraba así una parte de la historia de Madrid.
En la actualidad, el túnel está cerrado al público, y tan solo un panel informativo de unos 4 metros de alto informa al visitante de la historia de su construcción y presenta un plano. Está situado en el acceso a Madrid Río, en el paseo de la Virgen del Puerto, sobre el mismo muro de piedra donde se situaría el acceso al túnel.
La galería tiene 55 metros de longitud y conserva la estructura original en muy buen estado, aunque su apariencia es moderna y renovada después de las obras de soterramiento de la M-30 que finalizaron en el año 2011. El tramo que se encuentra más cerca de Madrid Río es propiedad del ayuntamiento, mientras que el otro extremo, que engloba hasta los jardines del Moro, es titularidad de Patrimonio.
Una de las propuestas para su apertura es transformar una zona en una sala de proyección de documentales y cortos. Es un espacio muy amplio, de siete metros de altura y una superficie de 300 metros cuadrados, situado al final del túnel.
Las últimas noticias nos indican que Patrimonio Nacional y el ayuntamiento de Madrid ya han firmado la rehabilitación de este lugar para que su reapertura tenga lugar en el año 2022.
En definitiva, el túnel de Bonaparte es uno de los grandes tesoros de Madrid con mucha historia a sus espaldas. Dentro de muy poco se abrirá al público y podremos disfrutar de él y conocerlo desde dentro.